Wednesday, March 15, 2006

En la Carretera - Parte 3

Por Esdras

Alberto bajo del carro y miro para ambos lados de la carretera se dio cuenta de que era una carretera de dos carriles, esto lo confundió aun mas. Vio en su reloj que eran casi las 2:00 de la mañana, la lluvia y la oscuridad le impidieron reconocer donde estaba ya que solo alcanzaba a ver unos cuantos metros a su alrededor –donde estamos?- un grito lo saco de su parálisis momentánea colgó el teléfono decidiendo que era inútil explicarle al operador que no sabia donde estaba . el grito era de Isaac que regresaba corriendo del choque.

-que chingados haces parado ahí- grito Isaac- acerca el carro que la lluvia no me deja ver nada con estos pinches lentes de mierda -y le avento las llaves del carro- acerca el carro a la camioneta y no te acerques al otro carro.

Isaac regreso a la camioneta mientras trataba de borrar la imagen grotesca del cuerpo aplastado que vio en el interior del carro, lo que le trastornaba mas de la imagen es que no pudo reconocer ninguna parte de aquel cuerpo que había sido una persona.

Conforme se acercaba a la camioneta Isaac percibió un fuerte olor, que no logro identificar que era, hasta que Alberto acerco el carro y miro que un liquido se estaba derramando por la parte baja del tanque del camión justo encima de la camioneta, de la cual salían unos horribles gritos de dolor, Alberto bajo del carro y se uno a su amigo.

Que hacemos -dijo Alberto-

Isaac no respondió se acerco a la camioneta y por uno de los vidrios laterales miro hacia adentro, una mujer con la cara ensangrentada bañada con el liquido de la pipa lo miro a los ojos y le dijo por favor saca a mi hijo de aquí, en el asiento lateral un niño de unos 6 años de edad yacía inconsciente, Alberto que acaba de llegar trato te abrir la puerta la cual pareció por un momento abrir pero no se puedo mover mas de unos centímetros ya que estaba aplastada parcialmente, juntos Isaac y Alberto trataron de jalar la puerta la cual poco a poco fue cediendo, cuando lograron abrirla por completo vieron que la mujer tenia las piernas aplastadas y que iba a resultar imposible sacarla, por lo que procedieron a tratar de sacar al niño, cuando lo tocaron los dos se dieron cuanta de que estaba muerto, se miraron a los ojos, los años que tenían de amistad les habían permitido saber interpretar las miradas entre ellos, no dijeron nada y sacaron al niño con muy poco esfuerzo como la lluvia aun no cedía lo metieron al carro. Una vez arriba del carro los dos se sentaron con la mirada fija en la mujer que agonizaba frente a ellos.

No podemos dejarla sola –dijo Alberto-

Primero tenemos que saber que es lo que vamos a hacer, que te dijeron los de la ambulancia? cuanto van a tardar en llegar?

-Alberto que había olvidado por completo la llamada con el operador recordó que no había avisado a nadie del accidente y dijo- no se donde estamos, pensé que aun estábamos en la autopista y...

pero... si aun no dejamos la autopista-Isaac se dio cuenta que efectivamente no estaban en la autopista, un terror lo invadió... donde estaban?

-Aparte llevamos casi una hora parados aquí porque no han llegado mas carros-dijo alberto-

-no se... yo iba por la autopista... saca el puto celular y háblale a alguien... a quien sea

Alberto saco su celular pero estaba apagado, totalmente empapado, al ver esto Isaac saco el suyo... mismo resultado el agua los había descompuesto.

No seas cabron Isaac dime donde chingados estamos.

Ya te dije que no se cabron.

El sonido de un claxon los distrajo alzaron la mirada.. la mujer estaba tirada encima del volante de la camioneta, desmayada o muerta.

En la Carretera – Parte 2

Por Cristhian

- No estés chingando… - dijo Alberto, al tiempo que subía la manta hasta taparse la cabeza.
- Es en serio, güey. Despiértate. Hay un accidente adelante. - repuso Isaac.

Peleando con el sueño, Alberto levantó el respaldo del asiento, intentando enfocar la vista entre lágrimas y legañas. Ya se encontraban a solo 100 metros del accidente y la escena era dantesca. La cabina del trailer se encontraba invadiendo el carril contrario. Un auto que circulaba por ese carril se encontraba incrustado en el frente de la cabina; el metal retorcido casi hasta el asiento trasero simulaba un grotesco acordeón gigante. El remolque se encontraba atravesado a todo lo ancho de la carretera, reposando en un tenue equilibrio sobre una camioneta que también circulaba en sentido opuesto. En el costado del remolque, en enormes letras negras, se leían dos palabras que helaron la sangre de ambos amigos. PRECAUCIÓN: INFLAMABLE.

Isaac detuvo el carro y ambos se quedaron observando la escena unos segundos.
- ¿Qué hacemos? – le preguntó a Alberto.
- No se, llamar a la policía o una ambulancia o algo.
- Ya estuvieras marcando. Pero se van a tardar un chingo…yo agarro el carro y tú la camioneta. – repuso Isaac mientras salía corriendo del carro.
- ¡ESPERATE CABRÓN! – gritó Alberto, tratando de detenerlo, pero sin éxito.

Existe un extraño proceso en la mente humana que, en los momentos de mayor tensión, te permite pensar con una claridad sorprendente. Fue esto lo que hizo que Alberto recordara que el boleto de la autopista tenía escrito un número de emergencias. Mientras buscaba el boleto con una mano, desbloqueaba el teclado del celular con la otra y todo el tiempo susurraba nervioso:

- Nomamesnomamesnomames…

Cuando por fin encontró el boleto marcó el número en el celular, no sin mucha dificultad por el temblor de su mano. En el momento en que presionó el botoncito verde para enlazar la llamada, salió corriendo del auto.

Un timbre. Dos. Tres.

- Caminos y Puentes, emergencias. ¿En que puedo ayudarle?
- Hay u-u-un accidente. Un trailer ch-chocó con dos carros y esta vo-volteado. – fue la inarticulada respuesta de Alberto.
- Tranquilo señor. ¿Puede ver si hay alguien herido?
- ¡N-n-n-NO! ¡T-todavía no! Voy hacia la camioneta pero me da miedo acercarme…cr-creo que escucho a alguien llorar y...
- Esta bien, esta bien, lo esta haciendo muy bien señor. Voy a necesitar que me diga exactamente donde está. ¿Sabe donde está?
- En la autopista a Du-durango. V-v-ve-veníamos regresando de Torreón…¡ESPERE! C-creo que veo el letrero con el kilómetro…¡SI! ¡Kilómetro 1999! ¡Dice 1999!
- Señor, ¿está seguro que es el indicador de kilometraje?
- ¡CLARO QUE SI! E-e-stoy nervioso, no p-p-pendejo…es el letrero blanco y dice kilómetro 1999.

Después de un breve silencio en la línea la voz del operador volvió a sonar, con un ligero tono de molestia.

- Esto no es gracioso, señor. Este número es para emergencias.
- ¿Y quien está bromeando? ¡M-M-MANDEN UNA PINCHE AMBULANCIA YA!
- Señor, ese camino no tiene mas de 300 kilómetros.

Alberto no supo que responder.

Monday, March 06, 2006

En la Carretera - Parte 1

Por Esdras.

Isaac no pudo evitar dibujar una sonrisa en su rostro cuando escucho a su amigo tirarse un muy ruidoso y apestoso pedo. Miró el reloj del carro, faltaban 5 minutos para la medianoche; hacía 3 horas que Alberto estaba dormido. A regaña dientes le había dado el volante de su carro a su mejor amigo, ya que llevaba todo el día manejando y el cansancio lo había derrotado. A pesar de que tenían muchos años de ser muy amigos, por azares del destino nunca habían viajado juntos. Isaac había esperado mucho tempo hacer este viaje con Alberto; sentía que era en una manera la mejor manera de consolidar su amistad.

Mientras bajaba un poco la ventana del carro para tratar de alejar la pestilencia que había dejado en el ambiente su amigo, un trailer que los rebasaba emitió un fuerte ventarrón hacia el carro. Este viento le hizo recordar la única vez que peleó con Alberto. Eso había sucedido ya hace muchos años durante un tiempo en que la vida los había distanciado tanto físicamente como emocionalmente. Los dos aun se consideraban mejores amigos, pero era como si la amistad hubiera estado en una especie de receso. Una noche muy parecida a esa en la que estaba manejando, ambos habían sido invitados a una fiesta por diferentes amistades. Ahí Isaac se encontró a una chava que había sido amiga de Alberto y al calor de las copas ambos empezaron a besarse. Lo que Isaac no sabia era que ella no había sido solo amiga de Alberto sino que había sido su novia.

Con toda la malicia del mundo esta chica se le aventó a Isaac para “chingar” a su ex novio, pero las cosas se salieron rápido de control y los problemas emocionales que ambos amigos llevaban a cuestas afloraron. En medio de los fuertes vientos de febrero empezó una acalorada discusión, que concluyo con la sangre de Alberto derramada sobre la camisa de Isaac. Poco tiempo después se reconciliaron y a modo de pacto silencioso nunca volvieron a hablar del tema.

De repente Isaac se encontró sumamente deprimido, aunque el sabia que el no había provocado el conflicto, no podía evitar sentirse culpable. Después de todo inconcientemente había traicionado una de las confianzas más importantes en su vida. La noche se hacia mas oscura, como el humor de Isaac. Una nube había tapado la luna llena y la luz natural que esta reflejaba sobre el paisaje se perdió, hasta que todo quedo sumido en una oscuridad que parecía que las luces del carro no podían penetrar. De repente comenzó a llover.

- Puta madre lo que me faltaba. - pensó Isaac.

Una de las cosas que más odiaba era manejar con lluvia; en cierta forma le daba miedo.

Habían pasado 30 minutos y la lluvia seguía aumentando su intensidad. De repente a lo lejos alcanzó a ver una luz rara; no sabia que era, así que decidió disminuir la velocidad. Poco a poco la imagen se hacia mas clara.

- No mames… - dijo en voz alta.

El trailer que los había pasado estaba en medio de la carretera en una posición muy extraña; aparentemente encima de un carro.

- Alberto, despiértate...

Bienvenidos. Bon Voyage.

Todos hemos escuchado aquello de que "dos cabezas piensan mejor que una". Pero yo me pregunto ¿dos cabezas IMAGINAN mejor que una?

El proceso de escribir una historia es intrínsecamente solitario. Las palabras que terminan en el papel (o en la página web) son el producto de las experiencias, las decepciones, las alegrías, el aprendizaje y la imaginación de un autor.

Aquí intentaremos demostrar lo que puede pasar cuando dos amigos con muchas cosas en común, pero separados por unos cuantos cientos de kilómetros, deciden mezclar sus ideas para escribir una historia. Uno de los dos empezará un escrito que dejará inconcluso; el otro tendrá que tomarlo y seguir hilando la historia hasta que ésta, por su propia cuenta, encuentre su desenlace, o bien se vuelva interminable.

Veamos a donde nos llevan las alucinaciones de las plumas (o teclados) de dos escritores "wannabe". Independientemente del destino, esperamos que disfruten el viaje junto con nosotros.

Los "escritores":

Esdras Álvarez.
- 25 años.
- Arquitecto.
- Radica en Durango, Durango.
- Blog Personal: Válvula de Escape.

Cristhian Mancinas (CrisMan)
- 25 años.
- Ingeniero en Sistemas.
- Radica en Monterrey, Nuevo León.
- Blog Personal: Crónicas de un Geek Mexicano.
- Fotolog: mancinas7