Wednesday, March 15, 2006

En la Carretera – Parte 2

Por Cristhian

- No estés chingando… - dijo Alberto, al tiempo que subía la manta hasta taparse la cabeza.
- Es en serio, güey. Despiértate. Hay un accidente adelante. - repuso Isaac.

Peleando con el sueño, Alberto levantó el respaldo del asiento, intentando enfocar la vista entre lágrimas y legañas. Ya se encontraban a solo 100 metros del accidente y la escena era dantesca. La cabina del trailer se encontraba invadiendo el carril contrario. Un auto que circulaba por ese carril se encontraba incrustado en el frente de la cabina; el metal retorcido casi hasta el asiento trasero simulaba un grotesco acordeón gigante. El remolque se encontraba atravesado a todo lo ancho de la carretera, reposando en un tenue equilibrio sobre una camioneta que también circulaba en sentido opuesto. En el costado del remolque, en enormes letras negras, se leían dos palabras que helaron la sangre de ambos amigos. PRECAUCIÓN: INFLAMABLE.

Isaac detuvo el carro y ambos se quedaron observando la escena unos segundos.
- ¿Qué hacemos? – le preguntó a Alberto.
- No se, llamar a la policía o una ambulancia o algo.
- Ya estuvieras marcando. Pero se van a tardar un chingo…yo agarro el carro y tú la camioneta. – repuso Isaac mientras salía corriendo del carro.
- ¡ESPERATE CABRÓN! – gritó Alberto, tratando de detenerlo, pero sin éxito.

Existe un extraño proceso en la mente humana que, en los momentos de mayor tensión, te permite pensar con una claridad sorprendente. Fue esto lo que hizo que Alberto recordara que el boleto de la autopista tenía escrito un número de emergencias. Mientras buscaba el boleto con una mano, desbloqueaba el teclado del celular con la otra y todo el tiempo susurraba nervioso:

- Nomamesnomamesnomames…

Cuando por fin encontró el boleto marcó el número en el celular, no sin mucha dificultad por el temblor de su mano. En el momento en que presionó el botoncito verde para enlazar la llamada, salió corriendo del auto.

Un timbre. Dos. Tres.

- Caminos y Puentes, emergencias. ¿En que puedo ayudarle?
- Hay u-u-un accidente. Un trailer ch-chocó con dos carros y esta vo-volteado. – fue la inarticulada respuesta de Alberto.
- Tranquilo señor. ¿Puede ver si hay alguien herido?
- ¡N-n-n-NO! ¡T-todavía no! Voy hacia la camioneta pero me da miedo acercarme…cr-creo que escucho a alguien llorar y...
- Esta bien, esta bien, lo esta haciendo muy bien señor. Voy a necesitar que me diga exactamente donde está. ¿Sabe donde está?
- En la autopista a Du-durango. V-v-ve-veníamos regresando de Torreón…¡ESPERE! C-creo que veo el letrero con el kilómetro…¡SI! ¡Kilómetro 1999! ¡Dice 1999!
- Señor, ¿está seguro que es el indicador de kilometraje?
- ¡CLARO QUE SI! E-e-stoy nervioso, no p-p-pendejo…es el letrero blanco y dice kilómetro 1999.

Después de un breve silencio en la línea la voz del operador volvió a sonar, con un ligero tono de molestia.

- Esto no es gracioso, señor. Este número es para emergencias.
- ¿Y quien está bromeando? ¡M-M-MANDEN UNA PINCHE AMBULANCIA YA!
- Señor, ese camino no tiene mas de 300 kilómetros.

Alberto no supo que responder.

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